La Diputada Delia Bisutti (Nuevo Encuentro),
autora de la ley que establece el 4 de septiembre como Día Nacional de
la Historieta, presentó ayer un proyecto para declarar como
patrimonio cultural de la Ciudad de Buenos Aires a la publicación "El
Eternauta" creada por Héctor Oesterheld, con Francisco Solano López y
Alberto Breccia.
Según los fundamentos del proyecto:
"La historia del Eternauta se
desarrolla a partir de una misteriosa nevada mortal que luego se revela
preludio de una invasión extraterrestre, y los avatares de la lucha que
se desencadena contra el invasor de caras múltiples -los cascarudos, los
manos, los gurbos, los hombres robots- hasta el desenlace, abierto y
circular. Su protagonista, Juan Salvo, un hombre común, se convierte en
el eterno viajero del tiempo. Los paisajes trazados por el lápiz de
Solano López reviven escenarios típicos de nuestra ciudad. Entre
batallas aparecen sitios típicos de la ciudad como lo es Barrancas de
Belgrano, Plaza Italia, Plaza Congreso y otros lugares relevantes que
hacen a nuestra ciudad.
Bisutti, quien es la autora de la Ley Nacional 26.652 del Congreso Nacional que establece el 4 de septiembre de cada año como el día de la Historieta, debido a que en esa fecha comenzó a publicarse "El Eternauta", expresó que "esta historieta, es parte de nuestro patrimonio.
"Desde su publicación, todas las generaciones venideras lograron
apropiarla y re-significarla según el momento histórico vivido. Esto se
evidencia en las sucesivas ediciones agotadas, y en la vigencia que
tiene al ser uno de los mitos genuinos de la cultura argentina en el
siglo XX" opinó la legisladora.
Leí El Eternauta no menos de ocho veces a lo largo de mi vida. La última vez fue la relectura de una versión en italiano editada por el diario La Repubblica. Ésta fue muy especial por varios motivos. Vivía en España y mi hija no tenía más de cinco años. Tuve la alocada idea de tomar la obra para hacerla dormir cada noche. Debí incurrir en el papel de mal traductor por no contar con una versión en castellano. Mi mujer decía que estaba en pedo, que la pendeja no iba a entender nada y que si lo hacía, el resultado sería la pérdida del sueño por el terror que le ocasionarían las escenas. Contrariamente, mi hija, entendía a la perfección el mensaje, incluso en un nivel mucho más profundo que el de la acción inmediata. En cierta oportunidad recorrimos u pequeño tramo del derrotero que siguieron los defensores de la ciudad tras la batalla de la General Paz. La pendeja recordaba detalles que ni yo mismo, con todas mis lecturas, había fijado. En cambio había olvidado el sentido general de la historia, que, sin embargo, seguramente debe aún palpitar en las capas más profundas de su mente.
ResponderEliminarDesde entonces he pensado en lo interesante que resultaría implementar un recorrido guiado desde la casa en las afueras de la ciudad donde comienza la nevada mortal, hasta la cancha de River y aún después, hasta la Plaza de Mayo, con guías sólidamente formados en historia y literatura (no es mi caso), pero por sobre todas las cosas con una visión clara del significado siempre vigente de la obra de Oesterheld.
En fin, han pasado los años y ni siquiera he cumplido con la promesa hecha a mi hija de realizar juntos ese recorrido completo.
Al leer esta nota, regresa todo este asunto a mi memoria. La idea me sigue pareciendo buena, en particular a la luz de los recientes acontecimientos de dominio público. La comparto con ustedes y se las ofrezco, por si llegara a interesarles.
Un abrazo.