domingo, 2 de septiembre de 2012

Gabriela Cerruti: ‘Hay que bajar el nivel de irritabilidad’


 

Diario Z

“Si no se apura a revertir la tendencia, Mauricio Macri va a pasar a la historia como el jefe de Gobierno porteño en cuya gestión aumentó la mortalidad infantil en la ciudad de Buenos Aires. No tiene un ‘sueño de ciudad’, gobierna mirando encuestas, todo lo que hace está pensado desde el negocio y el marketing y, a la sazón, está aburrido de gobernar el distrito.” 

Ésos son algunos de los conceptos que, en entrevista con Diario Z, Gabriela Cerruti, periodista y legisladora porteña de Nuevo Encuentro, eligió para describir el momento que atraviesa la gestión del líder del PRO. Cerruti, que se tomó el trabajo de conocer los detalles de la historia personal y política de Macri cuando escribió el libro El Pibe, está convencida de que el rumor de que Macri podría aspirar a dejar el cargo para pelear el año próximo por una banca surge de la preocupación por buscar inmunidad de arresto frente al avance de la causa por las escuchas ilegales en la que, a su modo de ver, el jefe de Gobierno está muy comprometido.

Para celebrar la primavera, Mauricio Macri organizó un enorme evento espiritual y va a declarar Buenos Aires “Capital mundial del amor”. ¿Qué opinión le merece esta iniciativa?

Estoy completamente de acuerdo. Me parece que una de las cosas que tenemos que buscar en la ciudad es tratar de vivir en armonía. Me parece que Buenos Aires tiene una cosa que no tiene que ver con el nivel de vida de la gente: no tenemos tantos problemas en la ciudad de Buenos Aires, en la vida cotidiana, como para que la gente tenga este nivel de irritación y de mal humor que se ve a diario. Creo que tiene que ver mucho con cómo nos llenan la cabeza los medios de comunicación y nos terminamos creyendo que tenemos esa vida que está en los medios. La verdad es que la mayoría de los que vivimos en Buenos Aires nos levantamos a la mañana, llevamos a los chicos al colegio, estamos de buen humor… Tenemos trabajos mejores o peores, nos gustaría que nos paguen más, nos gustaría tener más vacaciones, pero no hay una situación de malestar en la vida cotidiana. Me parece que tenemos que bajar ese nivel de irritabilidad y pensar cómo hacemos para ser más felices y tratarnos un poco mejor. Sí, obviamente, cada cosa que toca Macri la convierte en un negocio y esto es lo feo y de repente y me cae mal que al pobre Ravi Shankar, a quien respeto y admiro muchísimo, sea convertido en un símbolo macrista. Soy de Boca, me gusta la meditación y soy totalmente antimacrista.

Veo que está preocupada por cómo nos tratamos los porteños en la calle.

Sí, totalmente: es increíble la prepotencia que hay en la calle. El tipo que va en bicicleta te detesta porque vas en auto o porque vas caminando. El tipo que va en auto se lleva por delante a los peatones. El peatón cruza por cualquier lado. Hay como una guerra en la calle que hay que tratar de cambiar. Es una cuestión de valores. A mí me hicieron una bicisenda en la puerta de mi casa. Yo la uso y ando en bicicleta. Ahora, los ciclistas no me dejan sacar el auto del garaje y cuando quiero hacerlo me putean. Tranquilícense, tiene que haber una manera de que vivamos mejor.

Volviendo a la jornada espiritual de Macri. ¿Es una prioridad habiendo tantos problemas más urgentes?

Lo que me parece un despropósito, no sólo de Macri sino de mucha gente que está involucrada en esas búsquedas espirituales, es que un día te hablan de la meditación, el yoga y qué se yo y al día siguiente tienen un grado de agresividad y de violencia con respecto a los hechos cotidianos absolutamente contradictorio con lo que están predicando. Lo que me pasa con Macri es que no le creo nada. No le creo que medite, no le creo que haga esto de verdad: hace lo que las encuestas le dicen que tiene que hacer. Alguna encuesta le dijo que esto funciona y entonces hizo la clásica del macrismo, que es una operación de marketing sobre un tema profundo. Un tipo que está en una búsqueda espiritual no puede no conmoverse porque no hay gas en el Borda. No puede permitir que haya subido la mortalidad infantil en la ciudad.

Una parte del PRO quiere que Macri busque un cargo legislativo el año próximo, antes de terminar su mandato. ¿Por qué cree que ocurre esto?

Creo que ellos ya hicieron esto cuando sacaron a Gabriela Michetti: no tienen ningún respeto por las cuestiones institucionales. Pero hay algo de lo que nadie está hablando: Macri no sabe cómo va a terminar el juicio oral, que lo podrán demorar, pero va a ocurrir. Creo que Macri está seriamente implicado en el juicio por las escuchas ilegales y es muy probable que en un juicio oral termine siendo condenado. No descartemos que con esta movida esté buscando inmunidad en ese sentido desde una banca.

¿Cómo definiría este momento de la gestión de Macri?
Creo ya desde hace un tiempo que Macri está aburrido de gobernar la ciudad de Buenos Aires. Pienso que él no quería ser candidato. Los problemas de la ciudad no lo conmueven. Si yo fuera jefa de Gobierno, querría el subte y al día siguiente te lo pondría con los asientos de terciopelo violeta y aire acondicionado. No se entiende que un jefe de Gobierno no quiera transformar el subte en el medio de transporte más importante de la ciudad de Buenos Aires. Lo que nunca me quedó claro de Macri es cuál es su sueño de ciudad. Cada jefe de Gobierno tuvo uno. No se entiende qué es lo que quiere transformar. No hay ninguna obra de infraestructura grande que se haya iniciado durante este gobierno.

Le pido el ejercicio inverso. ¿Podría nombrar las cosas que a su modo de ver Macri ha hecho bien?

Creo que el Metrobús y las bicisendas están bien, que los parques no están mal -obviamente están mejor los del norte que los del sur- y está bien que hayan terminado el Maldonado, pero esa obra atravesó ya muchas gestiones.

¿Se anima a ponerle una nota a la gestión de Mauricio Macri?

Si Macri no se apura, va a pasar a la historia como el jefe de Gobierno con el que subió la mortalidad infantil en la ciudad. Él no se da cuenta de que ésa está pasando a ser la marca de su gestión. Me parece que el dato de la mortalidad infantil habla de un colapso del Estado. Claramente, las causas de la mortalidad infantil en un momento de crecimiento económico como el que hay en el país tienen que ver con una falta de atención del sistema de salud pública y con la falta de contención social. Es el emergente de la desaparición del Estado en el distrito. En la ciudad no hay sistema de salud que esté funcionando, no hay sistema de contención social, no hay asistencia a las jóvenes que están embarazadas y donde eso más impacta en el corto plazo es en las cifras de mortalidad infantil.

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